Entrevista a David Pérez. Exhibition Designer.

26.05.2011 17:43
 
Porqué decidiste estudiar Arquitectura de Interiores?

Creo que en mi caso era algo casi inevitable. Mi padre es diseñador y muy a menudo trabajaba en casa. Durante algunos años compartíamos espacio de “juegos”; yo jugaba con mi “Exin Castillos” y él con sus escuadras sus instrumentos de dibujo. Después se buscó un lugar en el que hacerse un pequeño estudio, su santuario. Recuerdo el olor de las acuarelas Schmincke (por supuesto no existían todavía ordenadores), la fascinación que me provocaban los instrumentos técnicos de dibujo, los tiralíneas para la témpera blanca, las plumillas, el rotring, el paralex, las plantillas de curvas, las hojas de letraset... Recuerdo también cómo me llamaba la atención la forma de dibujar de mi padre, y la colección de dibujos recortados de diferentes revistas, casi siempre alemanas, que guardaba en una carpeta azul.

Cuando me hice un poco más mayor ( con 8 o 9 años ) mi padre me llevaba a los montajes. Era genial ver que lo que llevaba trazado en un papel se convertía en realidad!!!. Todo esto tuvo que ver en mi interés por el diseño en general y por el interiorismo en particular. Claro, que algo más tiene que haber, porque mi hermana estaba en el mismo sitio que yo y ahora es abogada...

Ahora intento que mis hijos reciban el mismo “input”, no para influirles en la decisión de lo que vayan a hacer en el futuro, sino para que vean que de lo primero que debe fiarse uno, a la hora de decidir a que se va a dedicar, es de la pasión. La diferencia es que ellos en vez de jugar con el “Exin Castillos” juegan con  SketchUp...

Como fue tu paso por la escuela? Cuéntanos una anécdota.

El paso por la escuela lo vi como un tránsito natural. Para mí fue una extensión de lo que veía en casa. Por supuesto todo era más reglado, había asignaturas con las que no había tenido contacto, y que me aportaban experiencias nuevas. Se incorporaba la responsabilidad de la realización de las tareas. Además podía aprender de los diferentes puntos de vista que ofrecían los profesores. Pero, sin duda, de lo que más aprendí fue del contacto con mis compañeros; creo que la escuela fomenta una cierta competitividad que, en una dosis adecuada, es muy positiva.

Tengo un bonito recuerdo de las estancias (yo estudié en la anterior sede), con ese aire de los 70, tan acogedor, con el pasillo lleno de dibujos y con tanta actividad por todos los sitios. También tengo muy buenos recuerdos de los profesores, algunos ya no están ( como Fuentes, Luque, Maseda o Gracia ) y otros, por lo que veo, siguen dando guerra.

Anécdotas tengo muchas, pero si me tengo que quedar con una, no tengo más remedio que rememorar aquella fiesta en la casa de una de mis compañeras en la que terminamos escuchando a Cebrián ( sí, sí, el mismo ) cantando boleros a la luz de la luna... se me ponen los pelos de punta!!!

Descríbenos tus comienzos.

Mis comienzos, lógicamente, fueron al lado de mi padre, mientras estudiaba. Después pasé una temporada corta trabajando en un estudio especializado en joyerías de lujo. Allí conocí a una serie de profesionales magníficos; gente que trabajaba los materiales de una manera artesanal, ebanistas, herreros, tapiceros de una calidad excepcional, de los que ahora no tienen precio.

Pero era un mundo con el que no me sentía del todo identificado, así es que me fui a Barcelona durante una temporada, para ampliar mis estudios en la escuela Elisava. Estando allí surgieron una serie de proyectos en colaboración con una compañera (y, sobre todo, amiga) de clase; durante un tiempo estuve compatibilizando ambas cosas pero llegó un momento en el que decidí volver a Madrid y montamos un estudio. Fue una etapa emocionante, en la que aprendí muchísimo, porque lo hacíamos todo entre los dos, desde el desarrollo creativo y técnico del proyecto hasta los últimos detalles del montaje... o sea que acabábamos barriendo...

Después de cinco intensos años, y coincidiendo con un periodo de crisis, surgió la oportunidad de entrar a formar parte del equipo de diseño en GPD, una de las mejores empresas europeas de diseño museográfico. La verdad es que fue una decisión arriesgada porque hasta ese momento yo no había tenido contacto con ese tipo de proyecto. El caso es que me ofrecieron la posibilidad de hacer una prueba durante un tiempo, y a los seis meses era el responsable de un magnífico equipo de diseño, que estaba bajo el mando de un excelente director creativo: Boris Micka, al que considero, sin ninguna duda, mi gran maestro. Allí estuve cinco años disfrutando de espectaculares proyectos de exposiciónes, y desde entonces ya no he querido desviar mi rumbo. Al cabo de esos cinco años me independicé... y hasta ahora!!!

A que te dedicas ahora? Descríbenos cual es tu metodología de trabajo.

Los últimos 11 años he trabajado de forma independiente, bien creando equipos más o menos grandes, dependiendo del proyecto, o bien integrándome en equipos ya establecidos, haciendo las funciones de dirección creativa. Siempre, eso sí, trabajando casi en exclusiva en proyectos expositivos, temporales o permanentes.

La función del director creativo, en un equipo de diseño y montaje expositivo, exige una gran capacidad de comunicación, tanto con el equipo interno como con los externos. En este tipo de proyectos se suele trabajar con muchos, muchísimos colaboradores, de campos muy diversos que, en muchas ocasiones, no tienen nada que ver con el diseño; desde escritores, científicos, músicos, guionistas, realizadores de audiovisuales, ingenieros, iluminadores, ilustradores, fotógrafos, periodistas... hasta expertos en vestuario, expertos en olores, creadores de efectos especiales... en fin, un heterogéneo grupo de profesionales que, en el menor de los casos pueden componer un equipo de 30 o 40 personas, llegando en muchas ocasiones a 100 o 150. Por eso es importante la capacidad de comunicación, para que el proyecto acabe siendo exactamente lo que tú habías imaginado, o,mejor dicho, lo que habías soñado.

En cuanto a la metodología de trabajo no difiere mucho, en general, de la que se aplica en cualquier estudio de diseño. Lo único que pasa es que hay actividades un tanto peculiares que, en cualquier caso se incorporan al esquema de una manera natural. Tal vez donde más diferencia se produzca es en el punto de inicio del proyecto; antes de empezar a trazar una linea encima del papel ( o de la pantalla) se lleva a cabo una concienzuda labor de elaboración del guión expositivo, o “storytelling”, como le llaman los anglosajones. De este trabajo depende, en gran medida, el éxito de una exposición.

Como ha evolucionado tu visión del diseño desde tu época de estudiante?

Cuando llegué a la escuela creo que tenía bastante claro en lo que me estaba metiendo. Y la verdad es que mi visión del diseño no difiere demasiado de la que tenía entonces. Evidentemente han cambiado muchas cosas, pero lo esencial sigue siendo lo mismo que hace 25 años. Cuando en 1972 le preguntaron a Charles Eames “¿cuales son los límites del diseño?” él contestó “¿cuales son los límites de los problemas?”... y los problemas son problemas, ahora y hace 20 años.

 as que sí han evolucionado son las herramientas de las que disponemos. Ya no percibo el olor de las acuarelas de mi padre; el letraset, el rotring, las escuadras y cartabones han desaparecido de los estudios y ahora el escritorio está en una pantalla...  Pero yo me considero un privilegiado porque mi trabajo lo puedo desarrollar con una pluma Lamy y una libreta Moleskine... y esto gracias a lo que me exigieron profesores como el sr. Sastre.

Pero donde más se nota la evolución es en el concepto de oficina, o estudio. El futuro, desde mi punto de vista, pasa por el trabajo en red, el teletrabajo, el “working in the cloud”. Esto vale para muchas profesiones, pero en nuestro caso en particular, con equipos tan grandes como los que he descrito antes, que además son diferentes en cada proyecto, se hace especialmente interesante. Yo ya estoy trabajando de este modo y mi red de colaboradores se extiende hasta países tan lejanos como Perú, donde, por cierto, trabaja nuestro técnico en “CGI and 3D visualizations”.

Deja un consejo para nuestros alumnos.

El primer consejo es que se tomen la profesión con verdadera pasión, el siguiente que no dejen de aprender nunca, y el tercero... que no hagan caso de los consejos de nadie...